
Trasciende Conmigo: Terapias Bionergéticas y Conciencia



¿Cómo los apoyamos a que se hagan a sí mismos?
Rebeldía, intolerancia, flojera, ensimismamiento, etc. Podríamos decir muchas palabras más respecto a la etapa de la adolescencia.
Esta etapa se hace tremendamente delicada porque es donde se determinará clara y concretamente la personalidad del ser, la cual va a regir en su vida de adulto.
Se combinan todos los elementos lo social, lo emocional, lo físico, el carácter y la mirada que tiene un adolescente de sí respecto a los espejos que ve en los otros.
Además de vivir todos estos cambios, el adolescente debe coexistir en la sociedad, la cual pone muchos impedimentos para un normal desarrollo, tales como el exceso de información, el sobre estímulo externo, la competición, la belleza física, etc. Esto provoca inseguridad, indefinición y dudas respecto a su independencia e individualidad.
Es importante destacar, que aunque la imagen corporal juega un papel en el desarrollo de la personalidad, los factores de mayor importancia son el ambiente donde interactúa el joven, la familia y los valores que se mueven a su alrededor y de vital importancia la motivación como el motor.
La madurez física y el despertar a la sexualidad son pasos importantes que recomienzan en esta etapa, pero también ocurren cambios cognoscitivos transcendentales. Aumenta la capacidad y estilo del pensamiento enriquece la conciencia del adolescente, su imaginación, su juicio y su penetración. Este perfeccionamiento de las capacidades también produce una rápida acumulación de conocimientos que abre una gama de situaciones y problemas capaces de complicar y enriquecer su vida.
Despiertan al mundo, comienzan a ser concientes de lo que vendrá y del “deber ser”, comienza su libertad interna, se sienten presionados y a la vez los cambios físicos les impiden que su cuerpo adquiera la velocidad de su mente.
Se hace imprescindible recalcar y ayudarlos a descubrir cuales son sus propios puntos de referencia, como quieren fortalecer sus debilidades y potenciar sus aptitudes y como consecuencia que lo hagan con compromiso, responsabilidad y madurez, comprendiendo que las opciones que uno toma a esta edad son claves para la vida y el entorno que tendrán en el futuro.
Existen flores específicas para esta transición y se configura como una excelente y efectiva herramienta de apoyo en esta etapa de transición, pues estas aportan alivio, serenidad y sosiego restableciendo el equilibrio interior, frente a situaciones de angustia, impaciencia, miedo, tristeza, inadaptación social, etc., además precipitan la labor consciente de los jóvenes y aminoran los síntomas perturbadores.
“La libertad nace donde comienza la responsabilidad”