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¿Cómo puedo ser yo mismo dentro de mi cotidianidad?

 

Creo que está pregunta encierra muchos de las inquietudes o angustias que podemos tener al buscar una terapia. Nuestra sociedad muchas veces nos obliga a corromper lo que realmente somos, el trabajo que debemos tomar, la casa que debemos habitar, la manera en que debemos criar, el apremio económico, el cansancio, estrés, etc.

Nos hace competir, comparar, necesitar, sin embargo no nos enseña a estar con nosotros y ser felices como somos, asumiéndonos enteros con nuestros defectos y  nuestras virtudes. Por ejemplo apropiándome de  mi trabajo, el cual podía ser mejor, pero es ese, aprender a amarlo y potenciar en él mis virtudes e incluso llegar a desarrollar falencias. 

Son instancias en que vamos perdiendo el contacto con nosotros mismos, nos olvidamos que somos únicos y que guardamos un universo el cual entregar y disfrutar, tendemos a caer en los automatismos y la rutina, lo cual nos entristece y nos cansa, nos hace incapaces incluso a veces de no ver una flor, o escuchar un pájaro cantar, de pertenecer a la naturaleza de donde somos absolutamente parte.

Generalmente los problemas que tenemos los adultos son externos a nosotros y tendemos a culpar y a buscarles rostros y ponerles nombres, pero si nos ponemos a pensar guardan relación con la forma que hemos elegido vivir nuestras vidas y cada una de las opciones que hemos tomado.

También están todos los eventos malos y buenos ligados a las vivencias que son parte de nuestra historia, a los vínculos, padres, hermanos, amigos, el desarrollo de nuestra adolescencia, nuestra identidad es acorde con nuestra personalidad, etc. La historia que traemos concreta en sus consecuencias buenas y malas, pero parte de nuestro todo.

La teoría con la cual se utilizan las flores de Bach dice que las enfermedades físicas tienen un origen emocional, y que mientras los conflictos emocionales en una persona permanezcan allí por un determinado tiempo, la enfermedad comenzará a manifestarse, pero una vez que el equilibrio emocional es restaurado hay muchas más posibilidades de que la enfermedad se cure, siempre y cuando la persona afectada mantenga una actitud positiva en todo momento. Las flores de Bach son recomendadas en situaciones tales como el nerviosismo, insomnio, depresión, la ansiedad, las adicciones, el agotamiento mental y físico, preocupación y angustia entre muchos otros. Las flores de Bach no presentan ningún tipo de contraindicación debido a que son de origen natural, por ello es importante que su utilización se tenga en cuenta no solo cuando se padezca alguna de estas patologías, sino que también pueden resultar ser un gran complemento para los tratamientos y terapias prescritos por la medicina convencional.

 

“Todo lo que tenemos que hacer es preservar nuestra personalidad, vivir nuestra propia vida, ser capitanes de nuestro propio barco, y todo estará bien”. Edward Bach

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