
Trasciende Conmigo: Terapias Bionergéticas y Conciencia



¿Soy recipiente mágico de vida, sin embargo me siento rara?
Uno de los más grandes misterios de la vida y el regalo que nos dio el creador, más maravilloso, divino de nuestra humanidad es el procrear, sin embargo es un proceso complejo y que requiere de muchos factores para mantener los equilibrios.
Provoca en la mujer madre sentimientos encontrados, mucha alegría, pero también muchos temores.
Al principio se siente el cansancio extremo y la expectación de cómo se va a desarrollar el milagro, comienza a desplegarse la visión de la responsabilidad que significa el cuidar a un recién nacido, las dudas respecto a si lo haré bien, por lo tanto inseguridad y estrés que provoca el miedo de tener un aborto o un problema para el nuevo ser.
Dejas un poco de ser pareja (baja tu líbido) y te ocupas de ser un maravilloso recipiente de vida, se necesita mucho apoyo y comprensión del entorno ya que los requerimientos afectivos crecen a un 100%. Altera la autoestima de la mujer respecto a su independencia, físico, profesión, etc.
Luego entrarás al segundo período en el cual te sentirás más tranquila y positiva porque también tendrás más información respecto al milagro que llevas, el cual se hará evidente y tu maternidad será lo primero para ti. Comenzarás la magia de comunicarte con este ser que te dará pataditas o se moverá con impaciencia a medida que va creciendo, lo cual te llenará de alegrías y desarrollaras tus sentimientos de protección.
Te enlazarás de nuevo con tu pareja para también compartir desde él tus sensaciones tanto físicas como emocionales.
Entrando en el tercer período y final vendrán los temores del parto, mezclados con la ansiedad por conocer aquella maravilla que tan bien has cuidado. Se desarrollan los temores respecto a la incertidumbre de si todo saldrá bien, de los cuidados del bebé, el temor a que nazca con algún problema o a que se complique la situación en el último momento.
Curiosamente, unos días antes de que se produzca el parto, la mayoría de las embarazadas tienen un periodo de hiperactividad, como si la naturaleza te dotara de una vitalidad especial para afrontar el esfuerzo que supondrá el parto.
El deseo de mantener relaciones sexuales decrece, bien por miedo a dañar al feto, bien por una disminución de la libido. Sin embargo, excepto en casos de contraindicación médica, no son perjudiciales, ya que ayudan a liberar la ansiedad y contribuyen a la elasticidad y flexibilidad de los músculos perineales.
El embarazo entero es un cambio y lo que más nos afecta son las emociones. Casi todas las embarazadas refieren los mismos sentimientos: - se plantean con más fuerza que nunca la muerte - se recupera la figura materna, cambia la escala de valores, es decir, lo que antes te parecía muy importante, el trabajo, los amigos, pasa a hora a un segundo plano. El primero está ocupado por aquella semilla que germinará desde tu vientre.
Las Flores de Bach son perfectamente seguras de usarse en el embarazo. No tienen principio activo, por lo que son inocuas.
Las Flores de Bach son una herramienta muy útil para lidiar con estas emociones. Existen Flores de Bach específicas para las distintas emociones que desarrollamos en éste maravilloso ciclo de nuestras vidas.
“El Verbo se hace Carne y habita entre nosotros”