
Trasciende Conmigo: Terapias Bionergéticas y Conciencia

R E C O N O C E R Y A G R A D E C E R
Voy completamente expuesta y desnuda, habitando el mundo y el a mí, le pertenezco, soy cada una de las células que me conforman y a su vez, soy una sola como última pieza de nuestro gran y mágico aparato cósmico universal, actúo en el mundo y en mí, recibo y doy, coopero, colaboro, atraigo y entrego, cuando digo “soy” es porque, entre todos los seres y las cosas, estoy en mi lugar, en el mundo y en mí, en ese, el tic tac universal y sorprendente con que giran nuestros astros, que es igual. No tengo un principio, ni imagen ninguna de mí misma, solo la ley natural, me ato al aquí y a todo. Soy cada molécula de polvo, soy lugares, aguas, estrellas, astros, diosa de mi amante, loba aullando a la luna llena, hembra que me habita, yegua desbocada, maestra de mis lamentos, leona de los míos, pantera de la noche, unicornio que ilumina, dragón que vuela velando sueños e ilusiones o niña asustada, respetando tiempos y procesos, así como también, mi cuerpo y mi templo, mi sangre negra se une a mi carne blanca, los tambores me resuenan en los huesos convirtiéndome en marioneta del tan tan.
No juzgo, ni culpo, sirvo y amo, tan clara y segura estoy que nada me pertenece, todo nos es prestado por espacios de tiempo, tiempo que se convierte en aquel misterio que coincide asombrosamente con la pachamama, quien nos protege junto al Dios…..Qué. Sé. Yo……El espíritu es elemento, y el elemento es espíritu donde las galaxias estallan una y otra vez, sin que siquiera nos percatemos, no hay sitio en el cosmos en que yo esté ausente.
Estoy aquí, donde aquello sostiene a todo tipo y forma de vida, soy toda energía distribuida como manantial en mi mente, mi corazón, mi sexo.
Energías de una pureza sublime, que, sin que yo haga nada, brotan desde mí, limpiando el mundo,regalando perfume a la atmósfera y el dulzor a los ríos que fluyen entregando fertilidad a nuestra amada y exquisita tierra, alimentando los océanos,
No me sujeta el pasado, ni me preocupa el futuro, me renuevo como las estaciones, me entrego al presente, a cada instante con los arrepentimientos transmutados. Y cuando digo “me entrego”, soy consecuente, fiel al lugar encomendado, comprendiéndolo sin resistencia ni oposición, solo en construcción, excluyo de raíz las críticas destructivas.
No busco separarme ni por un milímetro, solo pertenezco, honro y obedezco, desnuda, ingenua, como un pájaro, como un árbol o una chinita, pertenezco, mi cuerpo, mi sangre, mis huesos, mi luz, en esta vestidura de consciencia es imposible abandonar o abandonarme, amo desde las entrañas y amorosamente todo lo que me posee, me doy a la tierra, al aire, al fuego, al agua, al éter, a las estrellas, a la luna, al sol, llena de este amor de esclava, brillante y radiante, actúo sobre el mundo y sobre mí misma, transmuto obstáculos y miedos en humildad y aprendizaje, liberándome y despojándome de ignorancias que no son mías, transmito toda y tanta ésta energía, que me posee, que soy parte, limitándome a ennoblecer, y nutrir, y comprender, y purificar. Voy expuesta y abierta a todos los infinitos, dejo que el hálito de los dioses circule por todos los poros que me habitan, permitiendo que me penetren y atraviesen todos los misterios, agradeciendo infinitamente este todo y nada de donde vengo. Y, en el centro de mi vientre, ya infinito, recibo y acepto, dejo que nazca la totalidad de la luz.
