Terapia Transpersonal

 

Más allá del yo, la psicoterapia transpersonal está nutrida de la ciencia occidental, desde los aportes de la física cuántica, de la astrofísica antrópica, la relatividad de  Einstein y de la sabiduría oriental, integrando los conocimientos de las distintas culturas, potenciando una mirada mayor.

Surgió a fines de 1960, ampliando la comprensión de la naturaleza humana, Abraham Maslow (psicólogo estadounidense) propuso este término para denominar esta nueva psicología, siendo para él la “cuarta fuerza”.

 En lo transpersonal está implícito el concepto "expansión de la conciencia" lo cual tiene el paralelo de la  "expansión de la identidad", trascendiendo el ego y nuestra identificación con él, apunta hacia una integración general de las vivencias trascendentales en nuestra comprensión de los procesos psíquicos.

   El término transpersonal, hace referencia a lo “espiritual”, entendiendo por espiritual algo que no tiene que ver con las creencias religiosas, credos, o el seguimiento a supuestas personas “iluminadas”, sino que, tiene que ver con el grado de amor y expansión de conciencia hacia la unidad, que un ser humano ha alcanzado a lo largo de su vida, de esta manera nos contacta con nuestra identidad esencial.

"Lo espiritual trasciende las creencias o credos ideológicos de carácter mental, y se manifiesta mediante una interna experiencia de totalidad y unidad.

 

  El verdadero sanador en la Terapia Transpersonal, es la consciencia, porque el solo hecho de ser conscientes plenamente de algo, supone transformarlo automáticamente, sin esfuerzos particulares añadidos.

 “Aquella persona que llega a ser capaz de darse plena cuenta de sus conductas no deseadas, adquiere de inmediato opciones de acción que disminuyen su reactividad y la convierten en una entidad más íntegra y creativa." J. M. Doria.

 

No se tratan enfermedades sino personas enfermas, son estas mismas personas, siendo conscientes de su personalidad, elevando sus potencialidades, integrando los niveles físico, mental (ego), emocional  y espiritual pueden trascender hacia valores superiores como el amor a los demás seres vivos, el sentido de vida, la compasión, el desarrollo de la creatividad, etc., logrando el camino de sanación, para eso es fundamental que los terapeutas seamos acompañantes y facilitadores de este proceso, aportando herramientas que favorezcan la evolución.