El Akasha en sánscrito significa éter o espacio, o energía cósmica que penetra en el universo, es el singular vehículo que transporta el sonido, la luz, la vida. Los Rishis (Sabios), conocían esta dimensión fundamental oculta que se incluye con los otros elementos: el prithivi (la tierra), el ap (el agua), el vata (el aire) y el agni (el fuego). Este Akasha contiene todos los elementos dentro de sí mismo y al mismo tiempo se halla fuera de estos sin limitaciones del tiempo y espacio. Una matriz cósmica insondable, inobservable y omnipresente, el trasfondo sutil desde el cual surgen todas las formas inclusive nosotros mismos.

Nos puede entregar la comprensión de la naturaleza fundamental del mundo y de nosotros mismos. Su conexión permite visualizar  que todas las cosas están vinculadas y tienen una razón de ser, que se crean a sí mismas y a través de sus conexiones cósmicas crean a todas las cosas. Es la consciencia que somos uno, nosotros, los seres humanos, el mundo, el universo, que el macrocosmos está en el microcosmos, y que nuestra acción le afecta al todo. Hace que recordemos nuestro poder creador en cuanto a las responsabilidades y a las infinitas posibilidades.

Podemos conectarnos con los Registros Akáshicos a través de nuestro Ser Superior y Guías Espirituales.

El Akasha está desde que existimos, por lo tanto contiene toda la información de la raza humana y todos la tenemos incorporada, sus potencialidades son infinitas, la sanación, la maestría, etc., este registro lo llevamos en el ADN, al conectarnos podemos unir emoción, espíritu, mente y cuerpo, equilibrarnos, armonizándonos, el ego no existe, ni el egoísmo porque somos parte de un todo.

Nuestras energías, experiencias, pensamientos, acciones dejan un rastro energético, el cual se conecta a la tierra en un plano sutil.

Los Registros Akáshicos son la memoria universal de la existencia, donde están archivadas las experiencias de las almas, incluyendo los conocimientos.

Podemos decir que este sistema energético sostiene todas las potencialidades que el Alma posee para su evolución en esta vida y su verdadera razón de ser, el sentido de la existencia. Existe para el plano individual, planetario y universal con diferentes frecuencias vibratorias. En la Biblia se conoce como “Libro de la vida“, en el Islam como “Tabla Eterna”, en Egipto como las “Tablas de Thoth”, y los Mayas los denominan el “Banco Psi”.

La ciencia hoy en día comienza a visualizar las interrelaciones entre la forma y no forma, concibiendo esta realidad del nuevo paradigma akáshico.

A veces hablamos de temas que nos resultan cómodos sin nunca antes haberlos estudiado, o incluso escuchados, se puede acceder a estos registros a través de nuestro ser superior, del sí mismo (self), cualquier persona que sea consciente a través de propósitos puros lo puede hacer.