Las terapias desde la bioenergética pertenecen y sirven al alma, para, por, con y desde ellas, si lo pensamos y meditamos unos segundos nos daremos cuenta que nuestra alma está dotada para saber cómo, cuándo y dónde debemos hacer las cosas, es un arte que aprovecha todo, desde las tragedias más grandes vividas por un ser humano, hasta los errores, las alegrías. Reconoce la experiencia o la vida como un todo, intenta que hablemos del territorio, no del mapa de nosotros mismos, por lo que va generando una conciencia distinta, una nueva forma de mirarnos y de mirar. Por lo tanto es evolución, potencia nuestra naturaleza desde la libertad con autocontrol, progresivamente.

 

El espíritu del hombre, nos fue dado como un misterio y la vida para desarrollar ese misterio, ayudémonos a descubrir aquel “misterio”

 

Dentro de los objetivos principales de estas terapias los cuales se quieren traspasar a las charlas están:

• Promover la autoconciencia y la autocuración como un autoproceso activo y concreto.

• Hacer despertar los recursos de cada persona para hacer frente a su problemática.

• Trabajar los cuatro planos básicos del ser: espiritual, mental, emocional y físico como un instrumento de evolución espiritual y crecimiento personal.

• Descubrir aquellos errores con los que nacemos o que nos son traspasados, o aquellos que vamos desarrollando a lo largo de nuestras vidas para convertirlos en virtud y ser felices desde adentro, logrando un equilibrio completo.

 

Las charlas están ligadas a los problemas más críticos de nuestra sociedad, los cuales provocan problemas concretos y agudos en los entornos familiares, más que hablar de estos temas, o incluso que tomar esencias, la idea es crear una conciencia distinta para que desde las personas se  puedan crear confianzas, y sabiduría en los actos concretos del cotidiano. 

 

 

“Si seguimos nuestros instintos, nuestros deseos, nuestros pensamientos, nuestras apetencias, no deberíamos conocer otra cosa que alegría y felicidad” Edward Bach.